jueves, 30 de octubre de 2008

Análisis Dragon Quest VIII Nota: 9

Introducción

Dragon Quest El Periplo del Rey Maldito, más conocido como Dragon Quest VIII fuera de España es el primer juego para PlayStation 2 de la famosísima saga de RPG de Dragon Quest. Además es la primera entrega de esta saga que llega a España con textos en español, voces en inglés y mucho sentido del humor.

Dragon Quest es una de esas sagas que aunque siempre sea el mismo rollo, es decir, que aunque no cambien las cosas, cada nueva entrega de Dragon Quest consigue estar a la altura de la anterior o a veces incluso superarla. Esta saga, desde que se estrenó la primera entrega, allá por 1986, consigue ocupar un pequeño hueco en los corazones de los japoneses y de todo aquel que haya jugado algún juego de esta magnífica saga. Tal fue el éxito en Japón que se prohibió que sacarán un juego de Dragon Quest entre semana, para que los jóvenes vayan a la escuela. Incluso forma parte de los signos nacionales de Japón. Ahora empecemos a explorar esta octava entrega, sin duda una de las mejores.

Historia

Dragon Quest VII narra la historia de un reino llamado Trodain, que ahora mismo ha sido envuelto en espinos, transformando en espinos a sus habitantes, por el malvado bufón Dhoulmagus. Solo consiguen sobrevivir el rey Trode, convertido en una especie de sapo; su hija, la princesa Medea, convertida en una bella yegua; y el protagonista, que carece de nombre, así que le llamaremos Héroe. Lo más impactante es que el único que ha conseguido salir ileso del todo es Héroe, ¿por qué solo él? Entonces, ellos tres, junto con Yangus, un bandido de poca monta que llama al Héroe jefe, se ponen en marcha para buscar al malvado bufón y hacer que quite la maldición. Por el camino se encuentran a una maga llamada Jessica Albert y a un templario llamado Angelo. Los dos quieren atrapar a Dhoulmagus porque el bufón mató a alguien importante para ellos. Además se descubre que Dhoulmagus va matando a gente sin ninguna razón o ¿tendrá alguna? Si quieres saber el final tendrás que jugar al juego.

Gráficos

La saga Dragon Quest presume de tener unos gráficos simplones pero muy agradables para la vista, incluyendo el aspecto de los enemigos, muy gracioso, que hace que más que monstruos parezcan simples mascotas de compañía. Pero esto cambia en esta nueva entrega, ofreciéndonos unos gráficos cell-shading muy logrados y muy bellos. Al desplazarnos por el mundo y por las ciudades y pueblos, veremos unos coloridos increíbles. Pero no solo está el aspecto diurno, ya que en el juego hay un sistema de paso del tiempo que hace que el paisaje vaya tomando colores más oscuros, adecuados para la noche, incluso se encienden las luces de las casas de repente. Todo esto, tanto el aspecto diurno como el nocturno, las numerosas mazmorras, los lugares cerrados, los pueblos y los fantásticos efectos de batalla, está hecho al más minímo detalle, sin notar nada de pop-up ni bajadas de framerate. Sencillamente sensacional.

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Pero la cosa no acaba ahí. Los monstruos también están bien definidos. Es cierto que podrían haber estado mejor, con más detalle y más especies, pero cumplen su cometido. Lo mismo ocurre con los personajes no jugables, viendo más de una docena de personajes totalmente iguales en ciudades y demás. Pero a pesar de todo esto, este juego será un regalo para la vista.

Sonido

Otro aspecto a destacar de esta saga es la música, muy pegadiza y adecuada. En esta octava entrega ocurre la misma cosa que en las demás. La música es pegadiza, aunque se repite con frecuencia en muchos lugares. Esto último no tiene porque ser un impedimento, ya que también hay un buen puñado de músicas distintas. También en esta entrega la música es pegadiza, tanto que ahora mismo estoy tarareando el tema principal de la saga, que, para la alegría de los fans, tras el casi seguro fastidio de no poder escuchar la clásica música de las batallas, vuelve en esta entrega. El último aspecto a destacar de la música de esta entrega es que se adecua a cada situación. Así, cuando entremos en una iglesia escucharemos la clásica música religiosa de la saga; cuando entremos en una taberna oiremos música de las tabernas del antiguo Oeste; y muchos más casos similares. Por último añadir que la banda sonora del juego está tocada por la Banda Sinfónica de Japón y por el ya famoso compositor de esta saga, Koichi Sugiyama.

Jugabilidad

Llegamos a la parte más interesante de esta entrega: la jugabilidad. En Dragon Quest VIII la forma de jugar es muy sencilla y divertida, sobre todo en lo que se refiere a las batallas, con un toque estratégico.

Las batallas se suceden de manera aleatoria en mazmorras y en el mundo exterior. Pero no es como los antiguos juegos de Final Fantasy, donde cada dos pasos hay un combate; sino que te dejan un timpo de descanso entre batalla y batalla, para no hacer tan repetitivo el juego. Al entrar en la batalla se verán a los enemigos (o enemigo) contra los que lucharás. Inmediatamente pasarás a la acción con una serie de comandos típicos de los RPG japoneses. Podrás elegir la acción que desees o volver hacia atrás para elegir otra táctica, con todo el tiempo que necesites. Si te das cuenta hay una opción que se llama Mentalizar, con la que los personajes acumularán tensión para hacer más daño. Puedes acumular hasta 100 puntos de tensión, grado de alta tensión con ataques superpotentes. Al elegir los comandos de los cuatro protagonistas, estos atacarán y esta forma de atacar será totalmente nueva ya que veremos los efectos de los ataques en tercera persona, mientras que en las anteriores entregas era en primera persona. Así se sucederá el combate hasta que derrotes a los enemigos, momento en el que recibirás EXP para subir de nivel y dinero y además unos puntos de habilidad que tendrás que añadir a las diferentes habilidades de cada personaje para desarrollarlos y aprender nuevas técnicas. Así de fácil.

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En una ciudad encontrarás las tiendas donde comprar, la iglesia donde guardar la partida y resucitar a un personaje (mientras no tengas las magias de resurrección o un objeto que lo haga) y una taberna donde podrás descansar. En el mundo exterior te puedes mover de distintas maneras. andando, en barco, en un dientes de sable y volando; siendo el principal medio y el más recomendado el primero. Cuando veas una entrada a una ciudad o a una mazmorra dirígete a ella y entrarás. Lo malo es que hay tiempos de carga. Por último añadir que no todo es luchar y luchar, también una gran lista de misiones secundarias para divertirte: la típica lucha de monstruos, un club de alterne, buscar objetos perdidos, y un largo etc. La diversión no cesa en ningún momento, aunque lo más criticable del juego es el largo tiempo que te costará subir de nivel, llegando a ser en momentos más avanzados más de 1 hora por nivel. Por esto de la subida de nivel, la historia principal, las miniaventuras y una historia adicional que podrás hacer al acabar la aventura principal (más que nada está para añadirle más tiempo al título, pero se agradece) el juego puede superar perfectamente las 100 horas.

Conclusión

Un juego muy recomendable en todos los aspectos, que podría ser una obra maestra si hubiera más tipos de monstruos, si hubieran más músicas y si no se tardara tanto en subir de nivel. Pero de todas maneras es un imprescindible para los amantes de los RPG.

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Lo mejor:

-Gráficos muy bellos y cuidados
-Música adecuada a cada situación y pegadiza
-Buena forma de luchar: sencilla y divertida
-Gran sentido del humor
-Que se haya traído a Europa la saga Dragon Quest


Lo peor:

-Poca variedad de monstruos, si bien hay muchos de ellos (256)
-Músicas repetitivas
-Podrían haber más diseños de personajes no jugables
-Lentitud a la hora de subir de nivel
-La historia, aunque buena, podría haber sido un poco más enreversada

Nota: 9

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